Viernes, 9.00 a.m. Las celebraciones es lo que tienen, te ríes, haces vida social, te entretienes y. trasnochas. Te miras al espejo y quisieras asesinar al reflejo que el muy pendejo te devuelve; pero, es lo que hay. Tras superar la zozobra y haber aplacado el ataque de nervios provocado al ver la geta que iba a lucir en la entrevista prevista para la tarde, un torrente de lucidez desbordó mi mente y pensé: a males imprevistos, remedios de urgencia.

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Cuando inicias la adolescencia, los únicos culpables de bolsas y ojeras suelen ser la resaca o las eternas trasnochadas; pero una vez traspasada la barrera de los treinta, aparecen varios sospechosos susceptibles de ser los imputados del caso. Uno de ellos es la falta de sueño, principal causante de las antiestéticas ojeras; pero le siguen muy de cerca el envejecimiento prematuro a consecuencia de hábitos de vida nocivos, o las largas jornadas frente al ordenador que nos regalan arrugas de expresión y esas incorregibles bolsas bajo los ojos.

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Se acerca la época dorada de las bodas; novias, novios, invitados. todos quieren estar radiantes en el gran día pero para ello, hay que ser disciplinados y constantes e iniciar un programa de belleza con antelación para apreciar los buenos resultados.

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